Hoy, 2 de abril, se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo para dar a conocer este trastorno a la sociedad y poner el foco en las necesidades y la realidad de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus familias.
¿Qué es el autismo?
El trastorno del espectro autista o TEA, es un trastorno del neurodesarrollo que implica un desarrollo atípico. Tiene como consecuencia problemas en la comunicación, la interacción social, la flexibilidad del pensamiento o la conducta, a los que se unen los patrones de comportamiento limitativos y repetitivos. Los síntomas y su gravedad varían dependiendo de cada caso y pueden tener carácter crónico. El trastorno abarca un amplio espectro de afecciones como son el síndrome de Asperger o el trastorno desintegrativo infantil.
¿En qué época de la vida aparece?
Aunque el autismo acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, se manifiesta durante la infancia, generalmente a los 2 años de edad, y una vez llega a la edad adulta se produce un cambio en sus necesidades. Conforme avanza, los problemas para relacionarse con el mundo exterior van en aumento.
¿Cuáles son los síntomas del autismo?
La sintomatología se presenta de manera muy diferente en cada persona lo que generar dificultades a la hora de precisar la gravedad. Todas las personas con TEA procesan la información en su cerebro de manera distinta a los demás y se desarrollan a un ritmo diferente en cada área. Las personas con TEA se caracterizan por las siguientes señales.
El autismo puede acarrear dificultades en la interacción social y carencias en las habilidades comunicativas. A continuación, exponemos algunos de los síntomas que se suelen manifestar.
- Marcada dificultad en la comunicación no verbal y verbal usada en la interacción.
- Ausencia de reciprocidad social.
- Dificultades para desarrollar y mantener relaciones con iguales apropiadas al nivel de desarrollo.
- Resistencia a los gestos cariñosos y abstracción acentuada.
- Inexpresión facial y ausencia de contacto visual.
- Lenguaje ininteligible y ecoalia, es decir, repetición de palabras de forma involuntaria.
- Falta de comprensión y retraso en el habla.
Conductas estereotipadas, patrones de comportamiento e intereses restringidos
Una persona autista puede exhibir comportamientos repetitivos y ritualizados, y centrarse en áreas restringiendo el resto independientemente de su relevancia. Seguidamente, se muestran algunos ejemplos.
- Interés exagerado e inexorable por algún objeto.
- Ejecución de rituales de forma reiterativa y sin valor.
- Comportamientos estereotipados como mover los dedos unos encima de los otros.
- Autolesiones involuntarias.
- Expresión corporal anormal.
- Movimientos atípicos y dificultades de coordinación.
Dependiendo de la gravedad de los síntomas, en algunos casos con la edad pueden llegar a mostrar una mejoría y con el paso del tiempo una vida plena. Por otro lado, algunas personas que sufren esta condición pueden presentar problemas de aprendizaje e incluso mostrar cierto retraso mental.
¿Qué causa el autismo?
A pesar de que se tiene conocimiento de que la genética y el ambiente influyen en su desarrollo, no se conoce la causa exacta del autismo.
Genética
Las investigaciones en gemelos han dado soporte a la causa genética, sugiriendo que gran parte de los casos obedecen a factores hereditarios. Se cree que podría tener su origen en anomalías en genes que intervienen en la formación del cerebro y regulan la conexiones neuronales. Los estudios apuntan a varios genes que habrían sufrido mutaciones tanto heredadas como espontáneas y que habrían afectado decisivamente al desarrollo de este órgano y determinado el alcance de los síntomas posteriores. Además, otros estudios apuntan a la hormona oxitocina como factor desencadenante del autismo ya que está implicada en el desarrollo de las habilidades sociales.
Ambiente
Diversos estudios reflejan que en algunos casos este factor tiene incidencia sobre el nivel de funcionamiento de las personas afectadas. Algunos científicos teorizan sobre la inexistencia del autismo, y lo achacan a un conjunto de condiciones que son ignoradas y que se comportan de forma análoga. Por otra parte, se han postulado diferentes factores de riesgo que contribuirían a su aparición en un individuo con predisposición genética, como el estrés, el consumo de ácido fólico durante el embarazo o el contexto de las etapas prenatal y perinatal.
Por último, la conexión intestino-cerebro mantiene a la comunidad científica dividida, y es que numerosos estudios sugieren la existencia de un vínculo entre la nutrición y el autismo. Las últimas investigaciones proponen que la eliminación del gluten de la dieta podría generar efectos positivos en la sintomatología de las personas con autismo.
Tratamiento del autismo
El autismo no se puede curar. Pero es muy importante realizar un diagnóstico de manera precoz para realizar una intervención adecuada y personalizada a sus necesidades individuales. El tratamiento resulta esencial y tiene que adaptarse a las necesidades de cada persona, que pueden mutar con el tiempo. La intervención debe estructurarse y tiene que contar con los profesionales adecuados para que respalden el desarrollo y el aprendizaje del afectado.
Existen numerosos tratamientos que tienen como objetivo aumentar las habilidades y reducir los síntomas que genera el autismo. Aquí algunas de las más destacadas.
Terapia conductual
Tiene por objeto disminuir las anomalías comportamentales, mejorar la comunicación social y dotar al sujeto de habilidades que le permitan enfrentarse con éxito al entorno.
Terapia educativa
La estructuración de un programa educativo que incluya especialistas en la materia resulta beneficioso para las personas que presentan este trastorno. Las actividades dirigidas a perfeccionar su comportamiento y su relación con los demás, tienen un impacto positivo en su estado.
Por otra parte, existen otras terapias como las conversacionales, la terapia ocupacional o la fisioterapia, que pueden resultar eficaces en función de las necesidades del individuo. Además, se encuentran otras de una índole más alternativa, que también pueden ser útiles, como son las sensoriales, las creativas o las que incorporan animales domésticos.
¿Cuántas personas tienen autismo en España?
Se estima que hay un caso de TEA por cada 150 nacimientos en Europa por lo que en España se cree que este trastorno lo sufren en torno a unas 45.000 personas. En cuanto al género, el autismo afecta con más frecuencia a los hombres que a las mujeres, con una proporción de 4 hombres que lo padecen por cada mujer.
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El síndrome de Asperger: qué es, áreas, características y neuropsicología
El trastorno del espectro autista contado por Stimulos
El neurodesarrollo: trastornos, comorbilidad y neuropsicología infantil
Autismo y cerebro: causas neurobiológicas del autismo
