Rehabilitación de la atención alternante - Rehabilitation of alternating attention

La atención alternante y sus formas de rehabilitación


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Como ya se ha indicado en entradas anteriores, el modelo teórico más utilizado a la hora de tratar la atención es el modelo clínico de Sohlberg y Mateer, en el que se establecen cinco niveles ordenados jerárquicamente, siendo la atención alternante el cuarto nivel. Esto significa que para poder llevar a cabo adecuadamente una actividad que requiera atención alternante es requisito un buen funcionamiento de la atención focalizada, sostenida y selectiva1.

Pero, ¿qué es la atención alternante?, ¿se puede rehabilitar? Explicamos qué es y las formas de rehabilitación de la atención alternante.

La atención alternante

Así pues, a modo de definición, la atención alternante es la capacidad cognitiva para cambiar el foco de atención entre dos o más actividades que suponen una carga cognitiva diferente. Para ello, se requiere de flexibilidad mental que permita el cambio y la realización de las diferentes tareas con eficiencia, sin que la carga cognitiva requerida en una tarea suponga una limitación para la realización de las demás, o bien el propio cambio de tareas altere la concentración1.

La implicación de los niveles de atención inferiores es clara. Por una parte, la atención focalizada, la más básica, se precisa para poder responder a los diferentes estímulos. Por otra parte, la atención sostenida, se pone en marcha para realizar cada una de las tareas adecuadamente. Y por último, la atención selectiva es esencial para que la información utilizada en una o varias tareas no interfiera con la actividad que se está llevando a cabo en un momento dado.

Por ejemplo, una de las actividades para trabajar la atención alternante incluida en el Attention Process Training (APT) consiste en una tarea de cancelación. En esta, se le pide al participante tachar un tipo de símbolo, y cambiar el estímulo diana a otro símbolo en el momento en el que el evaluador indica “cambio”2. Como se puede ver, se trata de una tarea de cancelación en la que se tiene que sostener la atención en el estímulo diana e ignorar al mismo tiempo los demás estímulos hasta que se produce el cambio, momento en el que entra en juego la flexibilidad mental.

¿Cuándo se trabaja la atención alternante?

Son muchas las situaciones en las que ponemos en funcionamiento este tipo de proceso cognitivo en nuestra vida cotidiana, pues constantemente estamos realizando varias tareas al mismo tiempo.

Para ilustrarlo podemos tomar como ejemplo la preparación de una comida. Supongamos que tenemos una sopa al fuego que tenemos que remover cada determinado tiempo, y aprovechamos el periodo en el que no removemos para ir cortando otros alimentos que posteriormente echaremos a la sopa. Aquí tenemos dos tareas, remover y cortar, y cada una requiere de la realización de un patrón de movimientos y una carga cognitiva diferente, pues cortar una cebolla requiere de mayor atención y cuidado para evitar cortarnos que remover una sopa. Puede parecer dos tareas relativamente sencillas, sin embargo, para personas que por algún motivo tienen problemas de atención alternante, esto resultaría muy complicado, ya que necesitan más tiempo para cambiar el foco de atención, retomar e iniciar nuevos requisitos de tareas.

Evaluación de la atención alternante

Las pruebas que comúnmente se utilizan para evaluar la atención alternante generalmente implican otros procesos cognitivos.. Entre las más usadas está el TMT-B, letras y números del WAIS, y símbolos y dígitos que se describen brevemente a continuación.

El Trail Making Test (TMT) es uno de los test más empleados en neuropsicología para evaluar atención y funciones ejecutivas. Está compuesta de dos partes. Por un lado, el TMT-A implica una serie de 25 círculos que se presentan distribuidos al azar cada uno con un número, y la tarea del participante es unir los círculos de manera ascendente lo más rápido posible. Y, por otro lado, en el TMT-B, se debe unir de manera ascendente y alternante los círculos, que en este caso contienen 13 números y 12 letras. Esta segunda parte del test es la que se utiliza generalmente para evaluar funciones ejecutivas y atención alternante, ya que exige una flexibilidad mental para realizar la alternancia3.

Los ítems del subtest letras y números del WAIS-IV están formados por una serie de letras y número mezclados que son presentados al participante de manera oral. La tarea consiste en repetir los números de menor a mayor y las letras en orden alfabético. Se usa para evaluar la atención alternante, concentración y la memoria de trabajo4.

Finalmente, el Test de Símbolos y Dígitos(SDMT) se emplea para evaluar la atención y la velocidad de procesamiento. La tarea del participante es colocar debajo de una serie de símbolos el número que le corresponde según una clave predeterminada. La prueba contiene un total de 110 de ítems y deben ejecutarse el mayor número posible de asociaciones en 90 segundos5.

Rehabilitación de la atención alternante

Como en cualquier programa de rehabilitación, es necesario empezar entrenando al paciente con tareas sencillas. Esto significa ejercicios cortos, con pocos estímulos y con periodos de cambio largos. Conforme avanza la rehabilitación estas variables se han de ir modulando, de manera que el tiempo que la persona debe de estar haciendo la tarea se incremente. También, que los estímulos aumenten en cantidad y complejidad, la frecuencia de cambio aumente y la duración del estímulo, en caso de ser un programa virtual, disminuya.

Para este propósito existen varios programas de rehabilitación comentados anteriormente, como el APT o la plataforma NeuronUP, en los que se trabaja mediante actividades de lápiz y papel o programas de ordenador. Pero esta modalidad de tareas no es la única utilizada, pues se ha constatado que mediante la música como herramienta rehabilitadora se pueden lograr avances considerables.

La música como herramienta rehabilitadora

Durante las últimas décadas se ha incrementado el estudio de los beneficios de la música en todas sus variantes. Bien de manera pasiva, es decir, escuchar música para mejorar el estado de ánimo e incluso funciones cognitivas6, y de manera activa mediante la práctica de un instrumento7,8 o a través de la danza9,10. Dado que los resultados han sido positivos, se han implantado programas de rehabilitación empleando la música como herramienta. Es el caso del Musical Attention Training Program (MATP), una adaptación del APT, en el que se trabaja los cuatro de los cinco niveles de atención del APT, pero con estímulos musicales11.

Programa de rehabilitación de la atención alternante con música

En el caso de la rehabilitación de la atención alternante, la modalidad de ejercicio es la siguiente: se presente una melodía y cada vez que el participante escucha un patrón de sonido particular, previamente establecido, debe pulsar una tecla del ordenador. En un momento dado se presenta una pista de ritmo de batería, y el participante debe pulsar la tecla para producir un sonido de percusión junto con la pista de batería en el compás de cada medida. Cuando la pista de ritmo desaparece se debe volver a prestar atención a la melodía, alternando de esta manera ambas condiciones de tarea durante el tiempo que dura el ejercicio, el cual aumenta progresivamente conforme avanza la rehabilitación.

Un aspecto del programa rehabilitador que supone una ventaja es que dispone de varios tipos de música, rock, pop, reggae etc., por lo que se puede personalizar el entrenamiento según los gustos de cada persona, aumentando de esta manera la motivación11.

Una vez más, cabe señalar la importancia de adaptar los programas de rehabilitación y ajustarlos a las necesidades de los pacientes, utilizando tareas que tengan un valor ecológico y que sean motivadoras para el paciente. Ya que de esta manera se lograrán un aumento de la colaboración y participación en la rehabilitación, facilitando asimismo la extrapolación de los resultados obtenidos en la consulta a la vida diaria de la persona.

Referencias

  1. Sohlberg MM, Mateer CA. Effectiveness of an attention-training program. Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology. 1987;9(2):117–30.
  2. Sohlberg MM, Mateer CA. Improving Attention and Managing Attentional Problems. Annals of the New York Academy of Sciences. 2006;931(1):359–75.
  3. Reitan, R. M. (1958). The validity of the Trail Making Test as an indicator of organicbrain damage. Perceptual andMotor Skills, 8, 271-276.
  4. Amador, J. A. (2013). Escala de inteligencia de Wechsler para adultos-IV (WAIS-IV).
  5. Arribas, D. (2002). Symbol digitmodalities test (Test de Símbolos y Dígitos). Madrid: TEA Ediciones S.A.
  6. Särkämö, T., Tervaniemi, M., Laitinen, S., Forsblom, A., Soinila, S., Mikkonen, M., … &Peretz, I. (2008). Music listeningenhancescognitiverecovery and mood after middle cerebral arterystroke. Brain, 131(3), 866-876.
  7. Forgeard, M., Winner, E., Norton, A., &Schlaug, G. (2008). Practicing a musical instrument in childhood is associated with enhanced verbal ability and nonverbal reasoning. PloSone, 3(10), e3566.
  8. Schneider, S., Schönle, P. W., Altenmüller, E., &Münte, T. F. (2007). Using musical instruments to improve motor skill recovery following a stroke. Journal of Neurology, 254(10), 1339-1346.
  9. Hackney, M. E., & Earhart, G. M. (2009). Effects of dance on movement control in Parkinson’s disease: a comparison of Argentine tango and American ballroom. Journal of rehabilitation medicine, 41(6), 475-481.
  10. Earhart, G. M. (2009). Dance as therapy for individuals with Parkinson disease. European journal of physical and rehabilitation medicine, 45(2), 231.
  11. Knox R, Yokota-Adachi H, Kershner J, Jutai J. Musical attention training program and alternating attention in brain injury: An initial report. Music Therapy Perspectives. 2003;21(2):99-104.

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