Nadie está exento de sufrir un ictus. Una enfermedad que padecen cada año 130.000 personas en España y que constituye la primera causa de muerte entre las mujeres españolas. ¿Sabes cuáles son sus síntomas y cómo actuar ante él? En NeuronUP aprovechamos el Día Mundial del Ictus que se celebra hoy, 29 de octubre, para concienciar sobre la importancia de la prevención y la atención inmediata.
¿Qué es el ictus?
El ictus, también conocido como embolia o trombosis, es una enfermedad cerebrovascular y se produce por la disminución y obstrucción del flujo sanguíneo. La sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria y, como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno, dejando de funcionar. Puede ser por un coágulo que obstruye el paso de la sangre hacia una parte del cerebro (ictus isquémico) o bien por una hemorragia originada por la rotura de un vaso cerebral (ictus hemorrágico).
Los accidentes cerebrovasculares constituyen la primera causa de muerte entre las mujeres españolas. Alrededor de 16.000 mujeres mueren al año por ictus, más del doble que por cáncer de mama y hasta 14 veces más que por accidente de tráfico, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
El ictus se presenta repentinamente y aunque suele afectar a personas mayores (es más frecuente a partir de los 55 años y su riesgo aumenta proporcionalmente con la edad) también puede producirse en jóvenes. Según la Federación Española de Ictus (FEI) cada año 130.000 personas sufren un ictus en España.
Además de la edad, existen otras causas de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo o el estrés, entre otros.
¿Cómo prevenirlo?
Si se controlan los factores de riesgo se pueden evitar hasta el 80% de los casos del ictus, por lo que se recomienda:
- Llevar una dieta rica y saludable, baja en sal y grasas.
- Realizar ejercicio,
- Controlar el peso, la presión arterial, el nivel de colesterol y el azúcar en sangre.
- Evitar hábitos tóxicos como: fumar, consumir alcohol de una forma excesiva, consumir drogas.
¿Cómo detectar un ictus?
- Pérdida brusca de movilidad o sensibilidad de media parte de nuestro cuerpo (cara, brazo, pierna…).
- Pérdida repentina de la capacidad para hablar. Nos cuesta articular y además no nos entienden bien.
- Dolor súbito de cabeza, de alta intensidad y sin causa.
- Sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio y confusión repentina.
- Pérdida de la visión, total o parcial, que aparece súbitamente. Puede afectar a uno o varios ojos.
Hay que tener en cuenta que las primeras horas son claves en la evolución del paciente por lo que es vital acudir al hospital cuanto antes. El tratamiento precoz supondría salvar la vida a más de 6.000 enfermos de los 40.000 que cada año mueren en España por culpa de esta enfermedad.
La rehabilitación
Al igual que la detección precoz es fundamental, es vital también realizar un tratamiento temprano para la rehabilitación de una persona con ictus. La rehabilitación busca minimizar los déficits o discapacidades experimentadas por el paciente para que se acostumbre a las carencias que le ha producido el ictus y pueda ser lo más autónomo posible.
Los programas de rehabilitación consisten en rehabilitación cognitiva, logopedia, terapia ocupacional y rehabilitación física. NeuronUP abarca los tres primeros aspectos, pues incluye desde actividades sencillas para trabajar la atención o la memoria hasta actividades de la vida diaria como sacar dinero o hacer la compra.
Recuerda, ¡la atención debe ser inmediata!
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